El cuerpo es el templo del alma
La frase «el cuerpo es el templo del alma» es una metáfora que destaca la importancia y la conexión entre el cuerpo físico y el ser espiritual o alma. Se refiere a la idea de que el cuerpo humano no es solo una entidad física, sino que también alberga y refleja la esencia espiritual de una persona.
Esta metáfora sugiere que el cuidado y el respeto por el cuerpo son fundamentales para el desarrollo espiritual y el bienestar general. Implica que mantener un equilibrio y una armonía en el cuerpo físico contribuye a cultivar una conexión más profunda con el ser interior y a vivir una vida más plena y significativa.
En muchas tradiciones espirituales y filosofías, se enfatiza la importancia de cuidar el cuerpo, mantenerlo saludable y tratarlo con respeto. Se considera que a través del cuerpo, el alma experimenta y se expresa en el mundo físico.
En resumen, la frase «el cuerpo es el templo del alma» nos invita a reconocer la importancia del cuerpo como un vehículo sagrado para nuestra experiencia y desarrollo espiritual, y nos insta a cuidarlo, nutrirlo y respetarlo como tal.
El cuerpo es el templo del alma
Nuestro cuerpo es la parte más externa del Ser y el Ser es la parte más interna del cuerpo. Entre cuerpo y el ser existen los sentidos la mente y el ego.
El cuerpo es el eterno compañero que nos sirve durante toda la vida. Nunca debemos de rechazar el cuerpo pues la materia y el espíritu son uno. El cuerpo es materia y el alma es espiritual.
El cuerpo tiene su propia sabiduría, los ojos parpadean continuamente porque necesitas limpiarse continuamente porque son muy delicados. Cuando lloramos las lágrimas sirven a la vez para limpia el ojo que es una parte muy delicada. Los ojos son las ventanas del alma, por tanto el cuerpo los cuida que una manera muy especial. El cuerpo tiene su propia inteligencia, por tanto al igual que los ojos en el resto de los órganos y necesidades básicas las realizan a la perfección del cuerpo.
Tenemos que aceptar amorosamente y con agradecimiento al cuerpo que es la fuente de toda vida. El cuerpo sabe respirar perfectamente, y según a cada momento y a cada necesidad respira a de una manera o de otras si nosotros se lo permitimos. Desde el cuerpo nosotros nos podemos mover hacia el ser, pero es desde el cuidado al cuerpo desde donde debemos de partir para hacer un viaje hacia el alma y el espíritu.
El cuerpo ha de ser amados tiene que ser nuestro amigo. En el cuerpo es nuestra casa por tanto tenemos que limpiarlas de toda basura. El cuerpo está a nuestro servicio continuamente día tras día, incluso cuando dormimos. El cuerpo es un ser vivo y no nos ha hecho ningún daño. El cuerpo ha estado en servicio permanente y desde que fuimos concebidos y lo estará hasta la nuestra muerte. El cuerpo hará cuanto queramos.
Tenemos que estar constantemente agradecido hacia nuestro cuerpo que el sólo sabe funcionar y hallarse en la supervivencia perfectamente. Tenemos que amar nuestro propio cuerpo, ser compasivos con nuestro propio cuerpo. En la medida desarrollemos el amor y la compasión hacia nosotros mismos, y así podremos desarrollarlo hacia otras personas
El cuerpo es un mecanismo perfecto, si nos hiciéramos conscientes de todas las funciones del cuerpo, nos sorprenderíamos.
Muy posiblemente cuanto mejor este nuestro cuerpo mayor será la posibilidad de crecimiento de la conciencia y crecimiento espiritual.
Con lo que más debemos de tener cuidado es con la mente y con los sentidos.
El mundo necesita una nueva educación donde todos seamos introducidos en el silencio del corazón, en el silencio de la mente, donde aprendamos a ser compasivos con nuestro propio cuerpo, a esto le podemos llamar meditación.
Casi nunca hemos mirado las funciones tan milagrosas y misteriosas que nuestro cuerpo está realizando a cada momento. El cuerpo es el misterio más grande de toda la existencia. Este misterio necesita ser amado y en la medida amemos nuestro cuerpo podremos amar al cuerpo de otras personas.
Cada uno de nosotros debería aprender las misteriosas y milagrosas funciones que realizan el cuerpo a cada momento. Todos tenemos que aprender de anatomía y fisiología humana. Observar la maravilla de la existencia a escala microscópica y a escala macroscópica. Todo esto es un buen principio para ir a estadios más elevados.
Todos sabemos que somos mucho más que nuestro cuerpo y que no tenemos que de tenerle ningún apego, pero el amor, la compasión, el conocimiento no es apego, sino sabiduría y amor.
En esta sociedad están envueltas en el hacer, nos hemos convertido en fantasmas queramos y vueltas alrededor del cuerpo, fuera del cuerpo como casi sin contacto con nuestro cuerpo. El contacto con nuestro interior se ha perdido, nuestra existencia se ha vuelto básicamente cerebral, emocional.
Relajar el cuerpo se ha vuelto tremendamente difícil con el avance de la civilización, el cuerpo está tenso, porque el contacto con el cuerpo se ha perdido.
El cuerpo tiene su propio mecanismo automático para relajarse.
El cuerpo se cansa y que éste se tumba en la cama para descansar. Sin embargo, se ha perdido el verdadero significado de dormir o de relajarse, porque el contacto con el cuerpo se ha perdido.
La relajación es el mejor tratamiento natural para todas las dolencias que atañen al cuerpo y a la mente. Ya todos sabemos que casi todos los trastornos físicos son de origen psicosomática.
Cuando practiquemos las técnicas de la relajación nos daremos cuenta de que partes del cuerpo están mas rígidas que otras e incluso mas dolorosas o sensibles.
Para aprender a relajarse simplemente tenemos que querer hacerlo y practicar con constancia. Si asi lo hacemos ganaremos armonía, paz, equilibrio, nos fortalece la personalidad, reduce la tension física y mental, nos ayuda a conocer nuestro cuerpo, nos da salud física, mental entre muchas mas cualidades.
Parece que hoy en día no estamos en la relajación ni en el cuerpo, si no que estamos envueltos en la mente, en los pensamientos.
Lo mismo sucede con el amar, ya que hoy en día amamos con nuestra mente, tocamos a alguien con nuestra mente. Sin embargo, la mente no puede tocar la sensibilidad no está en nuestra mente. El acercamiento y el tacto sólo pueden suceder si existimos en el cuerpo, si estamos dentro del ser. Lo mismo sucede para relajarnos, tenemos que estar ahí, en contacto con nuestro cuerpo, así el amar, el dormir y el relajarse de verdad se realizan profundamente.
Si permanecemos en el cuerpo funcionaremos adecuadamente. El cuerpo tiene una sabiduría innata de miles y miles de años, el cuerpo físico funciona automáticamente, sólo tenemos que estar ahí y, nuestra presencia es necesaria, con ella todo funcionara mejor. Sin embargo, parece que nuestro cuerpo y nuestra mente están llenas de tensión. La mente está tensa porque siempre está creando confusión.
El centro mental está sobrecargado por el trabajo. Al centro mental se le hace sentir, cosa que no puede hacer. La mente no puede sentir, sólo puede pensar. Las categorías del pensamiento son bastante diferentes a las del sentimiento, y no sólo diferentes, sino más bien diametralmente opuestas. La lógica del corazón no es la lógica de la mente.
Por ejemplo, cuando una persona piensa en el sexo está creando confusión, porque el sexo no es algo que se pueda pensar. El sexo tiene su propio centro sin embargo a veces intentamos hacer funcionar el centro sexual a través de la mente y el centro mental no está hecho para esto. Incluso cuando estamos enamorados pensamos sobre ello, en lugar de sentirlo.
Cuanto más civilizado está el hombre, más sobrecargado tiene el centro intelectual, ya que el centro emocional y el centro sentimental a veces no trabajan. Esto crea tensiones, ya que la sobrecarga como la inutilización crea sus propias tensiones. Estamos envueltos en una existencia principalmente mental, en donde e incluso llevamos al amor en hacia un sentido racional. El amor tiene su propia manera de pensar y de sentir, y si ponemos la mente en ello, esforzaremos a que ala a algo para lo que no estar diseñado ni tiene medios. Si cada centro hiciera su trabajo habría relajación. La mente no es el único centro. Debido a que funcionamos como si así fuese, hemos destruido todo el silencio, toda actitud relajada, toda sintonía del hombre con el universo.
La mente tiene que trabajar, tiene una función, pero muy limitada. Está sobrecargada. Toda tu educación está centrada en un solo centro. Hemos sido educados como si sólo hubiera un centro, el mental, el matemático, el racional. La vida no es solamente un cálculo racional, sino que la mayor parte de nuestra vida es espontaneidad irracional.
Podemos cambiar la mente a través del cuerpo. Paso a paso nos vamos convirtiendo en un maestro del cuerpo y después nos convertiremos en un maestro de la mente. Cuando nos convirtamos en maestro de la mente cambiaremos la mete paso a paso para ir más allá de ella. Lo mismo sucederá con el cuerpo.
El cuerpo y la mente son uno y el proceso fisiológico y el proceso o mental son dos partes de un todo. Lo que hagamos físicamente afecta a la mente, lo que hagamos psicológicamente afecta al cuerpo. Cuerpo y mente, comparten energías y los interrelacionamos. Como ejemplo más drástico si tomamos alcohol, o marihuana, nuestra mente se ve seriamente afectada. Lo mismo pasa con la mayoría de alimentos y plantas que tiene en una repercusión en nuestra mente. Si hacemos un ayuno, si tenemos pensamientos sexuales, ¿Qué le ocurre a la mente? Pronto el cuerpo se ve afectado inmediatamente.
Sin lugar a dudas muchas emociones como el miedo, la ira, la tristeza, la alegría, el éxtasis, etc. tienen rápidas repercusiones en el cuerpo. El sistema simpático y parasimpático estará actuando según nuestro estado de ánimo. Si controlamos nuestro cuerpo podemos controlar nuestro estado de ánimo, y si controlamos nuestro estado de ánimo podemos controlar nuestro cuerpo. Ante cualquier situación difícil como la ira o la rabia, si simplemente nos concentramos en respirar profundamente, esta situación se disolverá y no será capas de crecer. Es simplemente cambiar el ritmo natural y espontáneo que el cuerpo desea para cada emoción y así cambiaremos dicho estado emocional.
Los procesos fisiológicos y los procesos psicológicos están íntimamente relacionados con la puedes tratar cualquier polo para influir y cambiar al otro.
Ahora mismo puedes probarlo, cambia tu respiración haz una respiración profunda lenta y pausada pero profundamente y siente el efecto sutil y el cambio que sucede. Si crecientes llena de pasión, triste, o con hira respira profundamente unas cuantas veces y no tal efecto, seguramente desaparezca esa mala sensación. Tenemos que aprender una serie de recursos para cambiar nuestros molestos estados de ánimo. Si nos sentimos furiosos podemos tensar los músculos de la cara y observar lo que sucede. Si no hemos podido aliviar el estado repetiremos tensando tanto como podamos la cara y luego la relajamos y sentimos la diferencia. Si tensamos los músculos podemos desviar la energía y así redirigirla hacia los músculos. Se trata de ir conociendo nuestros estados de ánimo y así redirigirlos hacia el placer y la felicidad.
Cuando sepamos y practiquemos estas técnicas nos volveremos más conscientes de que la energía puede ser transformada, liberada, desviada, refrenada, o simplemente utilizarla de forma diferente o evitar que se libere. Si puedes usar tu energía a voluntad que vuelve el maestro. Aprenderemos a ser conscientes de la energía e incluso a guardarla y almacenarla.
Se produce un efecto negativo para la salud y, el músculo o las fascias se tensa, cuando una persona se enfada y quiere golpear a otra persona. Por supuesto esta sociedad no le permite y entonces esa energía si no es inteligentemente dirigida se reprime y se somatiza en los tejidos corporales. Si reprimimos muchas energías que han querido ser expresadas nuestros músculos tendrán nódulos, bultos o fascias encogidas. Esto también sucederá si trabajamos con energías de baja vibración o de baja frecuencia.
Ya sabemos que al entrar en contacto con alguien que se encuentra en un estado de agresividad, enfado o ira hacia nosotros y lo mismo nos sucede a nosotros con ella, entonces es bien fácil caer en un círculo vicioso de violencia que puede durar mucho tiempo. Si permitimos que dicho enfrentamiento continúe, pueden suceder cosas que nunca hubiéramos deseado sucedieran. Procuraremos, pues, descargar la energía que se ha movido simplemente apretando los puños o tensando los músculos de la cara o haciendo cualquier otro ejercicio que nos ayude a descargar la energía, ya que la energía esta para usarla y solo un gran maestro sabe guardar y elevar la energía hacia el espíritu.
El cuerpo a veces esta tenso porque no estamos en él y la mente esta tensa porque la sobrecargamos. Sin embargo, nuestro ser espiritual nunca esta tenso.
Somos cuerpo, mente, emociones, sentimientos y espíritu, pero todo esta unido, nada esta separado, somos u todo esto en unidad, simplemente a veces hablamos de estas partes por separado para poder aprender y comprender mejor las cosas que hablamos.
De nuevo, si nos mantenemos en el cuerpo, en las emociones, en los sentimientos y en la mente, podremos percibir e ir mejorando nuestro espíritu. Nuestro espíritu nunca esta tenso, es un espacio mas profundo, más etéreo.
En realidad, pocos de nosotros tenemos integrado en su totalidad al nuestro espíritu. El cuerpo es energía y si esta no esta preparada o tiene la frecuencia necesaria, una frecuencia elevada y sutil, nuestro espíritu no puede habitar en el cuerpo. No tenemos todas las partículas de nuestro espíritu en el aquí ahora, en este momento y en este cuerpo.
Tenemos que aprender a reclamar y atraer a todas nuestras partículas espirituales, a vivir en cuerpo, alma y espíritu en equilibrio aquí y ahora.
No estamos en el Ser, porque no estamos en el espíritu. Somos espíritu y a veces nos olvidamos de esto. El espíritu de todas las cosas es puro existencia, es la esencia de todo cuanto existe, todo es luz, es energía, es espíritu, es la existencia, es la vida misma.
No solemos percibir el mundo del espíritu porque estamos muy ocupados en el mundo físico y a demás tenemos muchas tensiones en el cuerpo y en la mente. Cuando de verdad dejemos de estar tensos en el cuerpo y en la mente, de nuevo volveremos a percibir la dicha que existe cuando sé esta en el espíritu. Siempre ha estado ahí esperándonos, llamándonos.
Sólo si el cuerpo y la mente no están tensos podremos indagar en lo espiritual. Lo espiritual nunca está tenso, no puede estarlo, no hay tensión espiritual.
Lo que nos falta practicar a todos es la profunda relajación.
La relajación total es estar en el espíritu y, en la auténtica relajación se esta es la realización, en el ser iluminado en la consciencia de Cristo. Sin darnos cuenta de mantenemos tensiones en lo más profundo de nuestro cuerpo. Pero empecemos a relajarnos.
Empecemos por el cuerpo por lo más cercano al cuerpo relajemos nuestro cuerpo relajemos nuestra manera de ser relajemos nuestros actos. Despertémonos de forma relajada, comamos y debamos de forma relajada hablemos y escuchemos de forma relajada y no tengamos prisa nos precipitemos estemos en el aquí y ahora sintiendo cada momento percibiendo cada instante, a través de nuestros sentidos y nuestro ser más profundo.
Toda la eternidad está a nuestra disposición siempre hemos estado en la eternidad siempre hemos estado aquí y siempre lo estaremos las formas pueden cambiar, pero la sustancia base original siempre es eterna e inmutable.
Vamos a relajarnos desde el centro hacia la circunferencia y desde la circunferencia hacia el centro. El primer paso es la relajación en el cuerpo siempre recordaremos sentir nuestro cuerpo y si llevamos algún tipo de tensión en alguna parte del cuerpo, en los pies en la cadera en el pecho, en el cuello en la cabeza vamos a relajarnos conscientemente. Simplemente iremos a esa parte del cuerpo viajaremos con nuestra mente al centro y alrededor de esa parte del cuerpo si queremos podemos cerrar los ojos hablar la y decirle amorosamente que se relaje sentirlo en ese momento llamarlo profundizar lo llevarle oxígeno aire y luego entregarse.
Nos sorprendemos como a la acercarnos amorosamente a cualquier parte del cuerpo a sentir la esta se relaja y hacer lo que le pedimos. Tenemos que hacer este viaje por todo nuestro cuerpo desde los pies hasta la cabeza por dentro y por fuera buscando y relajando allí donde haya un poco de tensión. Hablaremos con esa parte del cuerpo como si fuera un amigo querido y entablando un diálogo entre nosotros y el cuerpo. No hay nada que temer. Poco a poco le diremos pillando el truco para que el cuerpo se relaje.
Cualquier parte del cuerpo es consciente de sí mismo, tiene su sabiduría su inteligencia y su entendimiento. Cada hacerlo la dispone de una inteligencia y una mente formada por millones y millones de años perfeccionándose.
El cuerpo después de estar relajado tiene que decirle a la mente que se relaje. Y si el cuerpo escucha la mente también. Siempre será mejor empezar por el cuerpo para luego ir hacia la mente. Sin lugar a dudas parece que el principio es el cuerpo tener confianza en uno mismo, y esto se consigue estando la seguridad de que el cuerpo nos escuchó, después nos daremos cuenta que la mente también nos escucha. Tenemos que empezar por el principio, por el cuerpo.
Cuando la mente esta relajada, es el momento de empezar a relajar el corazón, el mundo de los sentimientos y emociones, que es todavía más complejo y sutil.
De nuevo percibiremos como podemos hablarle y nos escucha, esta vez el corazón. Entonces relajamos el cuerpo, mente más el corazón y entonces estaremos en el ser, en la existencia. Por supuesto esta relajación nos trae él gozó, la felicidad.
Se trata de ir hacia el centro de nuestra existencia de y aceptarnos Tal y como somos. Disfrutemos de lo que estamos viviendo a cada momento. Sintamos cada paso que damos y vivamos con autenticidad. El caminar poco a poco de espacio y asimilándolo la existencia nos acerca a ese estado de plenitud. El ser iluminado camina despacio y cada paso lo vive conscientemente.