17- Cráneo sacral
La latero-flexión de la sincondrosis esfenobasilar (SEB) craneosacral se refiere al movimiento de inclinación lateral o flexión lateral que ocurre en la articulación entre el hueso esfenoides y la porción basal del hueso occipital.
En la terapia craneosacral, se reconoce que la SEB tiene la capacidad de realizar movimientos sutiles y rítmicos en diferentes direcciones, incluyendo la latero-flexión. Este movimiento lateral se considera parte del movimiento respiratorio primario, que implica una serie de pulsaciones rítmicas y sutiles en el sistema craneosacral.
Durante una sesión de terapia craneosacral, el terapeuta puede detectar restricciones o desequilibrios en la latero-flexión de la SEB. Esto puede manifestarse como una falta de movilidad o un bloqueo en el movimiento lateral del hueso esfenoides en relación con el occipital. El terapeuta puede aplicar técnicas suaves y sutiles para liberar estas restricciones y restaurar la movilidad normal en la articulación.
La liberación de las restricciones en la latero-flexión de la SEB puede tener beneficios para el sistema nervioso central, el sistema musculoesquelético y otros sistemas del cuerpo. Ayuda a promover un flujo adecuado de líquido cefalorraquídeo, mejora la circulación sanguínea, alivia la tensión y el estrés, y facilita la autocuración del organismo.
En resumen, la latero-flexión de la sincondrosis esfenobasilar (SEB) craneosacral se refiere al movimiento de inclinación lateral o flexión lateral en la articulación entre el hueso esfenoides y la porción basal del hueso occipital. En la terapia craneosacral, se trabaja para liberar cualquier restricción en este movimiento lateral y restaurar la movilidad normal en la articulación, lo que puede tener beneficios para la salud y el equilibrio del organismo.
17-Latero flexión de la S.E.B.
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Hacemos la visión del cráneo desde arriba. Tenemos un eje vertical sobre el occipital y otro sobre el esfenoides. Estos ejes permiten el desplazamiento lateral del esfenoides.
Aquí tenemos un ala del esfenoides más anteriorizada que la otra, tendremos los movimientos de flexión lateral o sidebending en inglés.
Si tengo una flexión lateral derecha del ala del esfenoides me encontraré una flexión lateral izquierda del occipital. Aquí tendremos un ala del esfenoides más anterior y la otra más posterior.
En la articulación esfeno-basilar tendremos en un lado un buen contacto y en el otro una buena separación.
Por ejemplo, como se muestra en el dibujo el ala mayor del esfenoides derecha está anteriorizada y el lado derecho del occipital está más posteriorizado, de manera que se crea una gran separación en la articulación esfeno-basilar del lado derecho y al contrario en el lado izquierdo. En este caso tenemos una latero flexión con convexidad derecha.
Aquí tendremos el ala del esfenoides más anterior y siempre diremos que el lado que es más anterior es el más patológico. Podremos tener una lesión con convexidad izquierda o derecha. Tendremos un esfenoides en latero flexión derecha o izquierda dependiendo del lado de la prominencia de la convexidad.
En el rostro podremos notar una ligera asimetría, tendremos un temporal más abultado que el otro, una oreja más salida que la otra, tendremos un ojo desplazado más anterior que el otro. Tendremos un ligero componente de rotación cervical
Tendremos una expansión del temporal derecho y se verán afectados casi todos los huesos del cráneo. El lado patológico es siempre del lado de la máxima expansión del lado que más movilidad tenga, del lado más anteriorizado.
Esto nos puede generar problemas en el ATM, en el sacro y en la columna vertebral. Por supuesto todos o casi todos los huesos craneales se encontrarán seriamente afectados por la tensión del esfenoides y no podrán realizar su movimiento respiratorio primario correctamente. De nuevo es la dura craneal y el contacto del esfenoides sobre todos los huesos lo que hace que todo el cráneo se vea afectado por esta lesión esfenoidal.
Para devolver el correcto movimiento fisiológico del esfenoides tendremos que hacer como siempre:
Primero sintonizar con el movimiento respiratorio primario del esfenoides y localizar el lado más patológico y a continuación llevar aún más el esfenoides hacia la lesión. Desenroscar y desatar el nudo mientras empujamos si fuera necesario.
En la mayoría de los casos simplemente tendremos que acompañar al esfenoides a su correcta posición y seguirlo durante unas respiraciones. Casi con seguridad que ahora será asimétrico su movimiento.
Lo segundo en el momento del vaciado le forzamos gentilmente a que las dos alas del esfenoides hagan una parada y desenroscamiento en el máximo vaciado, impidiendo el movimiento de llenado o flexión.
Cuarto el organismo se reordenará el solo y volverá el IRC con mejor calidad.
Después de realizar estas técnicas cráneo-sacrales el esfenoides o cualquier hueso tenderá a volver a su posición correcta como en todos los casos anteriores que hemos enumerado.
Tendremos que tener en cuenta que, según la importancia o gravedad de la lesión, en su gran mayoría son lesiones que llevan mucho tiempo, que incluso desde el nacimiento están ahí y por tanto las suturas y las membranas están duramente esclerotizadas o agarradas a la posición patológica.
Esto nos quiere decir que deberemos de realizar tantas veces como sea necesario las técnicas cráneo-sacrales para devolver a todo el sistema cráneo-sacral su correcto y saludable ajuste membranoso y sutural.
O sea, en una sesión de 1 hora es posible que necesitemos estar con un ajuste del esfenoides la mayoría del tiempo, e incluso el paciente deberá procurar volver asiduamente hasta que recupere la normalidad en su sistema cráneo-sacral. Hacer que un esfenoides recupere su normalidad funcional es de lo más gratificante para el terapeuta y saludable para el paciente.