Biodinámica Cráneosacral
La biodinámica craneosacral es una modalidad de terapia craneosacral que se enfoca en la capacidad inherente del cuerpo para sanarse y regularse a sí mismo. Fue desarrollada por el osteópata Franklyn Sills, quien amplió los principios y técnicas de la terapia craneosacral tradicional.
La biodinámica craneosacral se basa en la idea de que el cuerpo humano posee una inteligencia innata que busca equilibrar y regular todos los sistemas y tejidos. Esta inteligencia se conoce como el «impulso biodinámico» o «flujo de la vida». Se considera que este flujo se origina en el nivel más profundo del sistema nervioso y se propaga a través del líquido cefalorraquídeo y las membranas meníngeas que envuelven el cerebro y la médula espinal.
El terapeuta biodinámico craneosacral trabaja en sintonía con este impulso biodinámico, utilizando una escucha profunda y sutil para percibir los movimientos y patrones de tensión en el cuerpo del paciente. A través de toques suaves y no invasivos, el terapeuta facilita la liberación de las restricciones y bloqueos que pueden estar obstaculizando el flujo y la autorregulación del sistema craneosacral.
La biodinámica craneosacral reconoce la interconexión entre el cuerpo, la mente y el espíritu, y se considera una terapia holística que aborda no solo los síntomas físicos, sino también los aspectos emocionales y energéticos del individuo. Se enfoca en restaurar el equilibrio y la armonía en el sistema craneosacral y promover un estado de bienestar integral.
Esta forma de terapia craneosacral puede ser beneficiosa para una amplia gama de condiciones de salud, incluyendo dolores de cabeza, migrañas, trastornos del sueño, estrés, ansiedad, lesiones traumáticas, problemas posturales y disfunciones del sistema nervioso.
Es importante destacar que la biodinámica craneosacral es una práctica complementaria y no reemplaza la atención médica convencional.
Biodinámica Cráneosacral
En la Biodinámica Craneosacral se enfoca la sesión con la potencia del Aliento de Vida o Impuso Rítmico Craneal (I.R.C.). Este Aliento de Vida es el que es capaz de usar las fuerzas organizadoras de la persona y por tanto, tiene un gran poder sanador. La esencia de la Biodinámica Craneosacral se fundamenta en que este Aliento de Vida es el que organiza y dirige las funciones del organismo vivo. Este Aliento de Vida nos conecta con nuestra esencia, con nuestro Ser con mayúsculas y, desde ahí la salud natural e inherente de cada persona. El cuerpo es una unidad funcional, cuerpo, mente y espíritu trabajan constantemente en tu propia sanación. Este aliento de vida se expresa como una pulsación cíclica que también se le llama marea o respiración primaria.
Andrew Taylor Still nació en los Estados Unidos y murió a la edad de 89 años en Diciembre de 1917, dijo: El cuerpo es un organismo vivo, dinámico, que respira y que tiene todos los recursos y las capacidades necesarias para abastecer sus necesidades, siempre que con tu trabajo puedas conseguir un equilibrio fisiológico usando los propios recursos del cuerpo. De eso se trata. No necesitas introducirle nada desde el exterior si puedes estimular los recursos que tiene el cuerpo para ocuparse de sus propios problemas.
William Gardner Sutherland (1873-1954) al final de su trayectoria, usó y fundamento la terapia Craneosacral como un trabajo Biodinámico que usa los principios curativos basado en la libre circulación del potencial Aliento de Vida o I.R.C.
El doctor Rollin Becker en la década de 1960 acuño la expresión de potencia Biodinámica a la pulsación básica del Aliento de Vida en la fluctuación del fluido cerebroespinal por todo el cuerpo, en especial por la parte longitudinal del cuerpo por el cráneo y la médula espinal. Esto estableció las bases de la Biodinámica Craneosacral.
El doctor Rollin Becker dijo trato de restaurar la salud. No trato de corregir el problema. De esta forma abro las puertas para que el cuerpo intente hacer lo que quiera con sus propias fuerzas vitales.
En esencia la Biodinámica Craneosacral es una ciencia y un arte. Es el arte de la escucha atenta, profunda, intuitiva e inteligente. Una ciencia, como decía Sutherland “si conoces el mecanismo, la técnica es fácil”.
Es el gozo en la palpación del Aliento de Vida o I.R.C. donde el terapeuta sintoniza y escucha los patrones de esta pulsación, los movimientos, ritmos, frecuencias y vibraciones intrínsecas del cuerpo. El terapeuta es capaz de apreciar sus patrones de resistencia, compresión o congestión. Escuchar la expresión natural de la salud, la vida y su inteligencia.
A través de la escucha atenta se escucha a ambos: la expresión de la salud inherente del cuerpo y la liberación de las resistencias en sus tejidos, huesos, fascias y fluidos. El terapeuta sintonizando con la expresión de la salud facilitará la reserva vital del sistema y sus recursos energéticos. El el Aliento de Vida y sus principios organizativos los que producen un trabajo terapéutico profundo, a la vez que ayuda a conectar al paciente con su poder natural de sanación.
Los patrones de resistencia, la congestión, los desequilibrios en los movimientos y en las funciones del cuerpo pueden ser percibidos y tratados mediante la palpación. Los tratamientos se realizan mediante un toque con escucha suave y profunda, siendo este mismo acto a la vez diagnóstico y terapéutica.
Los terapeutas aprendemos a apreciar las diferentes manifestaciones de la respiración primaria o I.R.C. y sintonizar con las relaciones de este sistema con el cuerpo. Se aprende a apreciar profundamente la naturaleza de la forma y su función en correspondencia con la información dinámica del movimiento sutil. Así el proceso terapéutico es impulsado desde lo profundo del paciente.
El terapeuta se capacita para poder observar, conocer y comprender las resistencias y restricciones del Aliento de Vida dentro del Impulso Rítmico Craneal (I.R.C.)
Aprendemos a comprender la naturaleza del proceso de sanación (autocuración) y el papel del Aliento de Vida a través del (I.R.C.) en estos procesos sanadores.
El terapeuta aprende a sintonizarse con el Aliento de Vida, su expresión a través de la fluctuación del líquido cerebroespinal y las manifestaciones de su “potencia sanadora inherente”.
Se aprende a facilitar esta potencia constitucional y alentar la revitalización del sistema como un todo. Se aprende a sentir al cuerpo humano como una unidad, cuyo movimiento de vida inherente es una expresión del Aliento de Vida mismo.
¿Qué es la Biodinámica Craneosacral?
En este nivel biodinámico, no existen patrones ni protocolos de tratamiento. Desde la biodinámica, se trata de ir por debajo de la disfunción, con el fin de que emerja la salud por sus propios medios, no por interferencia terapéutica. De este modo nos aseguramos, de no desplazar las disfunciones ni de enmascararlas.
Trabajar desde la biodinámica solo requiere un respeto y la escucha profunda del proceso del paciente.
En la biodinámica, se trabaja la PRESENCIA como proceso de toma de CONCIENCIA PLENA del SER. En ese estado, solo existe QUIETUD. Desde la Quietud emerge una nueva disposición y orden que regula nuestro estado de SER. Y esto es trabajo Biodinámico.
¿En qué tipo de dolencias o patologías es aplicable la Biodinámica Craneosacral?
En verdad la pregunta se formula desde la concepción social de la salud y la enfermedad. Sin embargo, en Osteopatía (así como en otras disciplinas médicas o terapéuticas), entendemos que no existen las enfermedades o la enfermedad de por sí, sino que existen enfermos. Esta formulación es más profunda de lo que aparenta.
De forma social existe una convicción de que las enfermedades son causadas por agentes externos al ser humano, por ello cuando denominamos enfermedad X o enfermedad Y, no solo estamos dando nombre al proceso que pasamos, sino que además lo ubicamos como algo ajeno a nosotros que nos perturba. Claude Bernard, concluía en cierta ocasión, «el microbio no es nada, el terreno lo es todo». Y así es.
El terreno es nuestro cuerpo, es decir, nosotros mismos. Cuando nos vemos afectados por una «enfermedad», es porque nuestro equilibrio corporal se ha perdido y no ese agente de «enfermedad» el que nos produce el desequilibrio.
Desde esta perspectiva, la Biodinámica Craneosacral no trata enfermedades o dolencias, sino al paciente.
Por tanto, para responder a la pregunta de qué tipo de dolencias trata la Biodinámica Craneosacral, deberíamos decir, todas. Quizás pueda parecer pretenciosa la actitud de la Biodinámica, pero en realidad no es de la terapia, sino en todo caso, de la capacidad de cada terapeuta en cada momento.